En este atípico 2020, nuestra organización cumplió 20 años de existencia. Desde aquel Noviembre del año 2000 pasaron infinidad de cosas, proyectos, experiencias, aprendizajes, trabajos, colaboradores y amistades de todo tipo.
Arrancamos hace 20 años con la convicción de que el Software Libre y su filosofía eran un camino importante a seguir para asegurar la autonomía, la libertad y los derechos de las personas en el uso de computadoras.
Esa perspectiva que marcó nuestros primeros pasos creció hasta consolidar al día de hoy una misión que nos obliga a abordar temas más complejos y a trabajar intensamente en todas las áreas de intersección entre los Derechos Humanos y las Tecnologías de Información y Comunicación.
En este largo proceso de maduración de visiones y proyectos, este 2020 nos encontró con una agenda de temas que impactan de lleno en la ciudadanía: las regulaciones de Internet, los avances sobre la privacidad de las personas, la protección de datos y las políticas de vigilancia, las discusiones sobre propiedad intelectual y acceso a conocimiento, la necesidad de poner un ojo crítico en la incorporación de sistemas de inteligencia artificial en la vida social, la autodeterminación informativa, la libertad de expresión, los derechos electorales y muchos otros aspectos que convocaron nuestra atención.
Este 2020 fue un año complejo, que afectó la vida de millones de personas en todo el mundo, que expuso como nunca antes las desigualdades y las injusticias, que nos obligó a ser más responsables que nunca, que nos puso frente a procesos de cambio y adaptación brutales y nos llevó a hacer más trabajo que nunca en nuestros temas de agenda. Este año nos obligó a adaptarnos a una coyuntura que no nos había tocado vivir nunca antes y a seguir construyendo un mundo basado en el respeto y promoción de los Derechos Humanos.
En el cierre de este año, en este contexto que promete no cambiar demasiado a partir del 2021, construimos este anuario que sintetiza lo hecho en estos últimos 12 meses en los que todo cambió pero seguimos trabajando. Este anuario que compartimos hoy con ustedes es una muestra de esfuerzo, resiliencia, adaptación y nos ayuda a visualizar la enorme cantidad de actividades realizadas en este año atípico. Nada de lo hecho hubiera sido posible sin un equipo dedicado y riguroso y sin el apoyo de quienes nos acompañan día a día para cumplir nuestra misión. A ellos, infinito agradecimiento.
Recibimos el fin de año con la triste noticia del fallecimiento de nuestra ex tesorera, pero por sobre todo nuestra querida amiga María Elena Casañas, en cuya memoria seguiremos trabajando siempre con la tenacidad y la alegría que nos supo transmitir en cada momento que pasó junto a nosotros en Vía Libre.
En este final de año 2020, este es el trabajo que hicimos y queremos compartir con ustedes junto a los mejores deseos para este 2021. Desde Fundación Vía Libre les deseamos un muy feliz año nuevo.