Por Pablo Leites | De La Voz del Interior
La historia de los avances en informática se ha desplazado por dos carriles separados y bien definidos: el hardware y el software. El primero, la parte físicamente tangible, inició su recorrido en inmensas máquinas experimentales, y su evolución estuvo marcada por la aparición de los transistores y el chip de silicio que propiciaron la miniaturización y masificación de los aparatos. El segundo, el “alma” de la computadora, fue desarrollado en buena parte por compañías comerciales que trasladaron las leyes de propiedad intelectual a los programas, más allá de que en el principio las investigaciones se daban en ámbitos académicos. En el derrotero seguido por los sistemas operativos y aplicaciones, la aparición de Windows (el sistema operativo de Microsoft), la red de redes Internet, el correo electrónico y los mensajes instantáneos han marcado hitos en la evolución de la industria.