Mi PC: La subordinación digital

Publicado en Educar
Por Beatriz Busaniche

Con la clásica muletilla de la inclusión digital, el gobierno argentino lanzó el programa MI PC y se puso al servicio de los negocios de Microsoft, que obviamente necesita dar un golpe a la tendencia actual de venta masiva de computadoras con gnu/linux preinstalado, disponibles en cualquier comercio a un precio similar al de la ahora promocionada computadora barata del Plan Mi PC.

La empresa de Gates no lo podría haber hecho mejor: Consiguió que el gobierno ponga el aparato bancario estatal para financiar la compra de computadoras que traen única y exclusivamente Windows, mientras que el gobierno aprovecha esta movida para dar otro espaldarazo a su discurso sobre la reducción de precios y por supuesto, como no podía ser de otra manera, reducir la brecha digital.

¿Quién podría oponerse a que las empresas bajen sus precios? Lo que hagan las empresas con sus precios y promociones no está en cuestión. Sin embargo, nadie parece pensar algunos datos concretos relacionados a la participación del Estado y el punto crítico del asunto: la competencia. El plan viola la ley de defensa de la competencia y amenaza de muerte a las pequeñas y medianas empresas que se dedican a la venta de computadoras hogareñas, sin contar que es una estocada durísima a la venta de computadoras económicas con GNU/Linux preinstalado (que cuestan hoy prácticamente lo mismo que las computadoras del Plan Mi PC).

El anuncio

El ministro Lavagna basó su discurso en las repetidas muletillas sobre la brecha que distancia a los que tienen acceso a las nuevas tecnologías de información y comunicación y los que no las tienen, apuntando a un deseable aumento del acceso a las computadoras y a internet para los hogares argentinos. El objetivo previsto es la venta de 2 millones de PCs por año. Luego, agrega un dato extrañísimo y sin dudas equivocado: Argentina tiene un poco más de 8 computadoras por habitante, frente a alrededor de 20 de España, y valores superiores a las 50 computadoras por habitante en los países de más alto desarrollo[1].

Los recursos del programa alcanzan los 2300 millones de dólares, de los cuales, 1500 serán aportados por el Banco Nación y otros 500 millones por el Banco Provincia. Como efectos positivos del programa, Lavagna explicó que los beneficios en relación a la alfabetización digital son enormes en términos de incremento de la información, de la creatividad y en última instancia de la productividad y la competitividad. Lavagna no omitió mencionar que el proyecto es una iniciativa privada, y que el Estado Argentino no va a poner dinero en él. Hasta aquí los dichos oficiales.

Los peligros

Lo que Lavagna evidentemente no ve es que esos anunciados efectos positivos del plan no sólo son irrealizables, sino que además el programa Mi PC, tal como está previsto, promete efectos negativos justamente en materia de productividad y competitividad. Pero vayamos paso a paso.

El programa viola la ley

Argentina tiene leyes y el Estado no puede violarlas. La ley 25.156 de defensa de la competencia [2] dice:

ARTICULO 1º – Están prohibidos y serán sancionados de conformidad con las normas de la presente ley, los actos o conductas, de cualquier forma manifestados, relacionados con la producción e intercambio de bienes o servicios, que tengan por objeto o efecto limitar, restringir, falsear o distorsionar la competencia o el acceso al mercado o que constituyan abuso de una posición dominante en un mercado, de modo que pueda resultar perjuicio para el interés económico general.

Son más que públicos los antecedentes de monopolio y abuso de posición dominante que tiene la empresa Microsoft, única empresa de software contemplada en el Programa Mi PC. Es decir, que con este programa, Argentina está fomentando la compra de un producto (cuyo valor de duplicación es cero), que ya tiene juicios perdidos y gran cantidad de antecedentes en materia de abuso de posición dominante [3] de mercado. Además, es sabido que Microsoft tiene una cuota del mercado de sistemas operativos hogareños de alrededor del 90%.

En el artículo 2, de la misma ley, hay varios puntos que demuestran que el Estado Argentino está violando sus propias leyes al promover este plan:

ARTICULO 2º – Las siguientes conductas, entre otras, en la medida que configuren las hipótesis del artículo 1º, constituyen prácticas restrictivas de la competencia:

e) Concertar la limitación o control del desarrollo técnico o las inversiones destinadas a la producción o comercialización de bienes y servicios;

i) Subordinar la venta de un bien a la adquisición de otro o a la utilización de un servicio, o subordinar la prestación de un servicio a la utilización de otro o a la adquisición de un bien;

j) Sujetar la compra o venta a la condición de no usar, adquirir, vender o abastecer bienes o servicios producidos, procesados, distribuidos o comercializados por un tercero;

k) Imponer condiciones discriminatorias para la adquisición o enajenación de bienes o servicios sin razones fundadas en los usos y costumbres comerciales; Lisa y llanamente, los hechos son: Los bancos nacionales otorgarán créditos a las personas que quieran participar del plan Mi PC, pero esos créditos sólo se otorgarán para comprar los modelos de computadoras previstos en el plan. Esto viola directamente el inciso i) del artículo 2 de la ley de defensa de la competencia, que estipula que la oferta de un servicio no puede hacerse a condición de la compra de otro producto o servicio.

– El plan de créditos de los bancos nacionales fomenta la compra de algunas marcas [4] en detrimento de otras, con lo que el Estado está violando el inciso e) de la ley de defensa de la competencia, en relación al control en materia de inversiones destinadas a la producción o comercialización de bienes y servicios. El Estado otorga créditos para comprar una marca y no otra.

– Demás está explicar que el Estado fija condiciones discriminatorias para la adquisición de bienes o servicios, y que no existen razones fundadas para eso, con lo que abiertamente viola el inciso k).

Pero sin dudas hay un dato que pocos han considerado y que tiene que ver con la real y sana competencia. El Gobierno Argentino está promocionando la venta de una computadora barata cuando en el mercado argentino ya existen computadoras a ese precio, que son justamente, las principales pesadillas de Microsoft (empresa impulsora del Plan Estatal).

Hoy, en cualquier cadena de venta de computadoras armadas es posible encontrar una máquina a un costo de 1499 pesos [5], es decir, sólo 200 pesos más que la más barata configuración del plan MI PC (cuyo costo de contado es de 1300 pesos, para la configuración básica y unos 1700 para una configuración superior).

La diferencia es que las computadoras que hoy se consiguen en cualquier lado tienen distribuciones GNU/Linux preinstaladas. Y ahí es donde está el punto central de la cuestión. Este es el corazón del asunto.

Este plan, ideado por las grandes empresas, es un atentado a la libre competencia y un golpe a la venta de computadoras con GNU/Linux pre-instalado (que, como era de esperar, no entraron en el plan oficial Mi PC). Sin dudas, la venta de computadoras con GNU/Linux pre-instalado es poco conveniente para la empresa de Redmond así que el Estado Argentino le ofrece ahora los instrumentos de crédito, los medios de promoción y propaganda y el aparato oficial a un par de grandes corporaciones para que pongan en marcha su estrategia comercial conocida de aplastar toda competencia real y efectiva que aparezca en el mercado.

Lamentablemente, quienes asesoran a Lavagna en estos temas, no sólo le han pasado datos equivocados, sino que han comprado un plan que tiene como consecuencia el efecto exactamente contrario al que promueve el anuncio oficial. Lamentablemente, quienes asesoran a Lavagna en estos temas, no sólo le han pasado datos equivocados, sino que han comprado un plan que tiene como consecuencia el efecto exactamente contrario al que promueve el anuncio oficial.

[1] http://www.mecon.gov.ar/basehome/comunicados_prensa/310305_lavagna_mipc.pdf [2] http://infoleg.mecon.gov.ar/txtnorma/texactley25156.htm [3] Según la Ley de defensa de la competencia se entiende por Posición dominante a: ARTICULO 4º -A los efectos de esta ley se entiende que una o más personas goza de posición dominante cuando para un determinado tipo de producto o servicio es la única oferente o demandante dentro del mercado nacional o en una o varias partes del mundo o, cuando sin ser única, no está expuesta a una competencia sustancial o, cuando por el grado de integración vertical u horizontal está en condiciones de determinar la viabilidad económica de un competidor participante en el mercado, en perjuicio de éstos.

[4] Ver listado de empresas participantes del Programa Mi PC en el sitio oficial del proyecto. [5]http://www.musimundo.com/emusi/detailComputacion.asp?QST=6001500000206

Otras referencias www.theinquirer.net www.d-sur.net/bbusaniche

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