Este artículo fue publicado en Diario Crítica de la Argentina en su Doble Central del día 28 de julio de 2008
Todo lo que sucedió en el encuentro Wiki de Alejandría
Por Patricio Lorente desde Alejandría (Egipto)*
Wikimaníacos de todo el mundo se reunieron en la ciudad egipcia de Alejandría –ícono en la historia del conocimiento humano– para discutir de qué modo encarrilar el bruto crecimiento de Wikipedia, el séptimo sitio más visitado del planeta. El representante argentino estuvo allí y cuenta todo: las maneras de proteger y mejorar la enciclopedia, su uso offline en países de escasa o nula conectividad, su empleo con objetivos político-sociales y la Gran Apuesta: que para el año 2020 los proyectos Wikimedia sean utilizados por un tercio de la humanidad.
La primera imagen que uno tiene de la nueva Bibliotheca Alexandrina es la de un enorme muro curvo hecho de bloques de piedra con signos de distintos alfabetos: letras arábigas, cirílicas, griegas, hebreas, latinas, ideogramas chinos, japoneses, incluso algunas representaciones pictográficas. La semejanza con el logo de Wikipedia –el famoso globo hecho de piezas de rompecabezas ilustradas con esos mismos signos– es evidente e inmediata.
Tras ese muro, un grupo pintoresco y diverso de unos seiscientos wikipedistas discute con energía los tópicos habituales de la conocida enciclopedia en línea y la familia de proyectos wiki: cómo mejorar la calidad de los contenidos, qué usos pedagógicos se han experimentado en los últimos tiempos, cómo estimular la participación, cómo promover otros proyectos no tan famosos o cuáles son los cambios que habría que hacer en el software MediaWiki. Algunos analizan los últimos cambios en el Consejo de Administración de la Fundación Wikimedia o el desempeño del equipo contratado en 2007, en una apuesta por profesionalizar su gestión.
Se trata de la cuarta Wikimanía, el encuentro anual de la comunidad que está detrás de los proyectos de la Fundación Wikimedia. Ya ha quedado lejos el primer evento realizado en Frankfurt en 2006 y ya se han recorrido cuatro continentes. Hubo Wikimanía en Estados Unidos, en la Escuela de Derecho de Harvard, en la lejana Taipei, y este año en Egipto, a apenas doscientos metros del lugar donde –según dicen– descansan las ruinas de la mítica Biblioteca de Alejandría, sepultada bajo las aguas por un terremoto. En 2009 este grupo pintoresco llevará sus discusiones a Buenos Aires, traspasando por primera vez la línea del ecuador hacia el sur.
El centro de convenciones de la nueva Biblioteca alberga una mezcla cosmopolita y curiosa: muchas mujeres de largas polleras cubren sus cabezas (algunas incluso sus rostros) mientras consultan el programa de conferencias. Cerca de ellas un escocés vestido con el tradicional kilt trabaja en su computadora portátil. Un poco más allá un joven de rasgos orientales conversa animadamente con un grupo de europeos.
La presencia de una importante cantidad de wikipedistas del mundo árabe ha movido a los organizadores a promover varias conferencias vinculadas a los proyectos en ese idioma y el Comité de Lenguajes de la Fundación anunció, en el inicio mismo de Wikimanía, la aprobación oportuna de una nueva Wikipedia: la correspondiente al lenguaje árabe-egipcio.
Este año parece que no vendrán grandes personajes, a excepción de Joi Ito, presidente de Creative Commons y empresario involucrado en sitios como Technorati y Flickr. Por supuesto, se encuentra Jimbo Wales, el creador de Wikipedia. Cuando atraviesa el hall del Centro de Conferencias seguido por una estela de fotógrafos y periodistas, cualquiera diría que es una estrella de rock y no un emprendedor del mundo 2.0.
WIKICOMPLEJOS Y OTROS SÍNDROMES. Nada hay que agobie más a un wikipedista de ley que leer una noticia acerca de artículos vandalizados, con la consiguiente mancha sobre la credibilidad de la Wikipedia. Hace pocos años no era un problema, simplemente porque la Wikipedia no era tan consultada y los pocos medios que posaban su atención sobre ella la consideraban más un experimento social que una enciclopedia. Pero de pronto la Wikipedia pasó a ser uno de los sitios más visitados del mundo (hoy es el séptimo), los estudiantes comenzaron a usarla para hacer su tarea, los abuelos para ayudarse en su crucigrama y los periodistas para completar sus notas. Fue entonces que un error o, mucho peor, una grosería que se hubiera colado en el texto de un artículo, se convirtió en un escándalo.
Cuando llegó ese momento la Wikipedia en inglés tenía más de un millón de artículos publicados; la del idioma español, algo así como cien mil. Es probable que la obsesión por la calidad haya llegado a algunas versiones de la enciclopedia antes de tiempo, pero allí está y no puede resolverse con visitas periódicas al psicólogo.
La Wikipedia en alemán, una de las más grandes y prestigiosas, decidió poner manos a la obra e implementó, con ayuda de la Fundación Wikimedia, una extensión del software sobre el que corre la enciclopedia que permite marcar las versiones de los artículos que hayan sido revisadas por un editor confiable. De esa manera, las modificaciones introducidas a un artículo por un editor no registrado o con pocas ediciones en su haber no se muestran a los visitantes ocasionales hasta tanto no sean aprobadas. En Wikimanía 2008 los responsables de esta experiencia hablan de los resultados obtenidos y los ajustes a la idea original.
La discusión central consiste en cómo mantener un equilibrio entre la apertura a la participación y la prevención de vandalismos. Más allá de esta discusión, parece ser que los alemanes están muy satisfechos con esta innovación y no sería de extrañar que muy pronto se utilice en todos los idiomas de la Wikipedia.
MÁS ALLÁ DE INTERNET. Moulin es un software desarrollado por franceses vinculados a organizaciones de cooperación internacional que trabajan en el mundo árabe. Su objetivo consiste en contener a la Wikipedia sin necesidad de conexión a internet, a fin de utilizarla con fines educativos en regiones de escasa o nula conectividad.
No es una idea nueva: hay una buena cantidad de lectores de Wikipedia offline, incluyendo desarrollos argentinos como los de Py-ar, la comunidad local de programadores en lenguaje Python. Sin embargo, lo que distingue a Moulin es que a partir de Wikimanía 2007 se ha fusionado con otro proyecto similar (llamado Kiwix) y desde entonces ha marcado un camino para proyectos de Wikipedia offline dirigidos a comunidades desfavorecidas, con experiencias en gran parte de la región árabe del Mediterráneo.
En un rincón del Centro de Conferencias de la Bibliotheca Alexandrina, pequeñas maquinitas de color verde y blanco captan la atención de muchos curiosos. Se trata del proyecto OLPC (One Laptop per Child; en español: una computadora por niño), del Massachussetts Institute of Technology, cuyo director de Contenidos Educativos y conocido wikipedista, Samuel Klein, invita a conocer y experimentar. Estas maquinitas también contienen una versión offline de la Wikipedia (Samuel me muestra orgulloso una Wikipedia en español, reducida en cantidad de artículos a poco más de 50.000 seleccionados por criterios de popularidad y cantidad de editores).
Mientras tanto, la directora ejecutiva de la Fundación Wikimedia desarrolla los objetivos a largo plazo y entre ellos la cantidad de usuarios previstos para 2020: en la redacción de estos objetivos distingue cuidadosamente usuarios online de usuarios offline. Las expectativas coinciden en que la Wikipedia crecerá más rápidamente que la conectividad, aunque no es muy seguro de que se trate de un pronóstico optimista.
CONQUISTAR EL MUNDO. La directora ejecutiva de la Fundación Wikimedia parece estar siempre a la defensiva. Es que una comunidad que trabaja de manera voluntaria suele desconfiar de los puestos profesionales, y Sue Gardner sabe que en estos encuentros está bajo un escrutinio permanente. Sin embargo, se sube al estrado y pone plazos, cifras e indicadores al sueño original de Wikipedia: “Poner a disposición de cada persona en el planeta la suma del conocimiento producido por la humanidad, en su propio idioma”.
Señala como año tentativo el 2020. Para entonces se espera que los proyectos Wikimedia sean utilizados por un tercio de la humanidad. Y que una de cada diez usuarios participe de manera activa. Muestra además una serie de indicadores que medirán uso, participación y calidad.
El principal desafío para lograr ese objetivo parece ser la miríada de idiomas aún no alcanzada por la Wikipedia. La inclusión actual de más de 250 idiomas parece, en abstracto, muy impresionante. Pero el total de idiomas que se hablan en el mundo se encuentra entre los 5.000 y los 10.000. Otro gran obstáculo parece ser la conectividad: la utilización de Wikipedias offline a gran escala no parece ser tarea reservada para voluntarios sino sólo posible como parte de la política educativa de los países que tienen regiones y/o sectores sociales del otro lado de internet… que dicho sea de paso son la mayor parte de los países de la Tierra.
Los wikipedistas que participan de la reunión, sin embargo, no se intimidan. Si en siete años construyeron una experiencia de construcción colaborativa de conocimientos a una escala inédita, qué no pueden hacer en 12 años más, parecen pensar muchos de ellos.
AL COMPÁS DE UN TANGUITO. La ceremonia de cierre marchó al ritmo del dos por cuatro. Es que bajo el ritmo contagioso de La Cumparsita se adelantó que la próxima cita será en Buenos Aires, en el Centro Cultural San Martín. Será la primera Wikimanía en el hemisferio sur y la primera también en el mundo hispanoparlante.
Curioso, siendo que la Wikipedia en español se lleva casi el 20% del total de las visitas totales al conjunto de Wikipedias, y que en internet el español crece al mismo ritmo que el chino. También es una noticia que ha sigo seguida con atención por parte importante de la comunidad que mantiene la Wikipedia en portugués: Brasil está a la vuelta de la esquina y su Wikipedia es la octava en cantidad de artículos, con una escasa participación en la comunidad global del mundo wiki.
Que quienes tengan la responsabilidad de organizar la Wikimanía siguiente hayan estado en la Wikimanía previa es toda una novedad, y no se han hecho esperar los reclamos de los futuros asistentes: que haya más espacio para cuestiones técnicas, que se prevean más actividades de carácter social, que se organicen talleres de iniciación para recién llegados e incluso que se tenga en cuenta a los más pequeños para aliviar a las madres que asistan al encuentro, tal como sugirió una joven colombiana residente en Finlandia que llevaba de la mano a su hija de cinco años. Es que los wikipedistas ya no son sólo adolescentes frikis. Hay madres sufridas que no quitan la mirada de sus niños mientras discuten el futuro del conocimiento libre y los proyectos colaborativos basados en internet.
Muchachos, hablemos de política
No sólo los proyectos de la Fundación Wikimedia pasaron por esta Wikimanía. Otras iniciaitvas basadas en invenciones wiki también fueron objeto de análisis por los wikipedistas reunidos en Alejandría. Por ejemplo, Enric Senabre Hidalgo, académico catalán, repasó tres iniciativas distintas sobre wikis y política. La primera de ellas –Vivienda Digna– destinada a organizar y coordinar protestas civiles relacionadas con la crisis de vivienda para los jóvenes en España. La segunda –Lo prometido es deuda–, ideada para documentar promesas electorales de funcionarios electos. Y la tercera –Wikiconstitución– es una wiki que permite modificar a gusto la Constitución española para generar debate en torno de ella.
Wikitravel, una wiki de viajes y viajeros, también tuvo un espacio para la discusión. No es un proyecto oficial de la comunidad, pero sí es muy apreciado por ella. Tanto, que junto a los regalos que acompañaban la registración se incluía un librito sobre Alejandría y El Cairo basado en los contenidos de Wikitravel.
Además de la información tradicional (hoteles, restaurantes, medios de transporte, excursiones aconsejadas), se valoraron especialmente algunos informes particulares: desde los consejos para negociar con los taxistas hasta las precauciones ante ciertas ofertas para pasear en camello en Giza.
*Presidente de Wikimedia Argentina y autor del blog Señales de Humo.