Por Beatriz Busaniche y Diego Levis.
Microsoft Argentina anunció el 30 de marzo pasado en Estados Unidos, el lanzamiento de su programa “Alianza por la educación”en apoyo de la educación pública de nuestro país. Sugerente declaración que no parece corresponderse con el verdadero alcance de la iniciativa y ni tan siquiera con los hechos formales que se desprenden del anuncio.
Por medio del programa presentado, la empresa de Bill Gates se compromete a incrementar el acceso a la tecnología mediante la donación de software y capacitación de estudiantes y docentes con el supuesto fin de contribuir en la disminución de la llamada brecha digital. El objetivo para los próximos 12 meses es capacitar a 250 mil docentes, donar software a más de 5 millones de alumnos y premiar a los mil docentes más innovadores en la incorporación de las tecnologías digitales en el aula. Hasta aquí las intenciones manifestadas. Analicemos ahora lo que no se dice en la nota de prensa publicada por la compañía[1]. Toda alianza implica al menos un acuerdo entre dos partes y resulta evidente que una acción de este tipo en las escuelas públicas requiere la autorización formal de las autoridades competentes. En razón de esto, al enterarnos de la noticia nuestra primera curiosidad fue conocer los organismos estatales, provinciales o municipales con quienes Microsoft acordó la puesta en marcha de esta iniciativa. Un plan que, observamos, permitiría que una compañía privada, condenada judicialmente en varias ocasiones y países por prácticas abusivas, encare la formación de docentes y alumnos del sistema público de enseñanza, determinando los programas informáticos y las prácticas educativas más apropiadas para la inserción de las tecnologías de la información y la comunicación en las aulas del país. De esto último se desprende la segunda y más decisiva pregunta que nos sugiere el anuncio de la compañía estadounidense.
¿Resulta conveniente para el futuro de la educación argentina utilizar programas informáticos propietarios cuando existen alternativas mucho menos gravosas económica y culturalmente? Las consecuencias de la iniciativa de Microsof no sólo implican cuestiones económicas y de soberanía cultural, sino que representan, lo cual es mucho más significativo, una verdadera hipoteca sobre el futuro de la educación argentina, lo que es decir sobre el futuro de nuestro país.
El plan educativo propuesto por Microsoft propone un modelo de uso de software basado en marcas y no en conceptos. Esto implica que los alumnos y docentes accedan a una sola forma de hacer las cosas y no conozcan las múltiples opciones que existen para lo mismo. Adoptar este principio en la enseñanza es inculcar el uso de un producto determinado, centrándose en los aspectos meramente operativos de las tareas que se realizan, sin ofrecer elementos que permitan desarrollar la capacidad de abstracción para aprender ï¿œcómoï¿œ se produce el proceso, lo cual le permitiría avanzar en un uso creativo de la computadora, independientemente del programa que se utilice.
En razón de esto resulta imprescindible favorecer una apropiación real de las herramientas informáticas que permita entre otras cosas, cambiar las funciones de los programas según las necesidades y objetivos buscados sin estar obligados a adaptar unas y otros a las posibilidades de la aplicación utilizada, artificialmente inmodificable. El software debe adaptarse a la enseñanza, y no la enseñanza al software. Al fin y al cabo una de las principales características del lenguaje digital es su carácter abierto, lo que le otorga una gran maleabilidad y adaptabilidad. Pero para aprovechar estas propiedades es necesario tener acceso al código de programación utilizado, lo cual es imposible en programas propietarios como los de Microsoft, de los cuales sólo conocemos las versiones ejecutables. Utilizar en la educación programas cerrados, es impedir la alfabetización de alumnos y docentes en esta, cada vez más fundamental, área del conocimiento humano. Una verdadera alfabetización informática no consiste en enseñar a utilizar las herramientas diseñadas por otros de acuerdo a necesidades ajenas, sino que, tal como señalamos antes, debe permitir, a quien lo desea, modificar, adaptar a sus necesidades, aplicar y compartir mejoras en los programas. Las escuelas, en tal sentido, son un espacio imprescindible para establecer las bases de una necesaria transformación en la generación y transmisión de conocimiento, en sus propios ámbitos comunitarios y en la sociedad en su conjunto.
Hemos de tener en cuenta que lo que está en juego es decisivo para el destino de nuestro país. La adopción de software libre de código abierto aparece como una alternativa económica y culturalmente sustentable al modelo de código propietario cerrado y licencia de uso restringido que limita el intercambio de conocimientos a quienes están en condiciones de pagar o han recibido donaciones interesadas como esta ï¿œAlianza por la educaciónï¿œ que propone Microsoft [2].
Alianza que, por cierto, aún desconocemos entre quienes se ha establecido en nuestro país. Microsoft Argentina, a pesar de nuestra insistencia durante más de una semana, no nos dio respuesta a esta pregunta, mientras que portavoces del Ministerio de Educación de la Nación afirman no tener conocimiento de la firma de acuerdos en este sentido entre la empresa estadounidense y autoridades de algún distrito escolar del país. Qué cada uno adjudique el motivo que prefiera a este anuncio por parte de la compañía estadounidense de una alianza inexistente. Es importante saber que esto sucede en el contexto de diferentes proyectos del gobierno nacional destinados a reactivar la incorporación de las tecnologías de la información y la comunicación en las aulas. Esperamos que las autoridades competentes mantengan el buen tino de no prestarse a maniobras cuyo fin último parece estar bien lejos de nuestro interés común en mejorar la educación argentina.
Sólo con una educación adaptada a las necesidades de hoy podremos conseguir mejorar las condiciones de vida de todos los habitantes de nuestro país. Las tecnologías de la información y la comunicación ofrecen una gran oportunidad para esto, precisamente por ello, no podemos dejarnos seducir por el canto de las sirenas.
1 Documento en: http://www.microsoft.com/argentina/prensa/2004/mar/alianza/
2 Existen numerosas alternativas de programas libres disponibles en la red. Un buen lugar para iniciar investigaciones al respecto es el sitio de la Free Software Foundation, en http://www.fsf.org/home.es.html y su directorio de software libre http://www.fsf.org/directory/
Otras referencias http://bo.unsa.edu.ar/docacad/softwarelibre/articulos/analfa/
Informe ICA Hipatia. http://bo.unsa.edu.ar/docacad/softwarelibre/articulos/ica/referencias.html
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