Caso Taringa: Argentina, ante la urgencia de revisar el derecho de autor

Este artículo fue publicado hoy martes 17 de mayo, en el Diario La Voz del Interior de la Ciudad de Córdoba.

La reproducción incontrolable de contenidos por Internet obliga a actualizar una legislación que es de 1930. El caso Taringa! reaviva la discusión.
Por Noelia Maldonado

Tras el procesamiento por parte de la Justicia argentina a los titulares de la página de Internet Taringa! por infringir la ley de Propiedad Intelectual, se reabrió la discusión sobre la legislación aplicable al contenido web en todas sus formas que se reaviva hoy con motivo del Día de Internet.

Miles de personas ven, leen y escuchan a diario contenido bajado desde alguna página web sin conocer a fondo las responsabilidades que esta acción implica a nivel legal. Andrés Piazza, abogado especialista en Aspectos Legales de Internet y consultor de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), asegura que los tiempos cambiaron y que hay que ajustar las normas a los usos actuales.

Un caso emblema. Los titulares de Taringa! serán llevados a juicio porque la página que crearon permite a sus miembros compartir contenido a través de enlaces web , pese a que la mayor parte está resguardado por ley.

Según datos actualizados a 2010, Taringa! contaba con más de 5,6 millones de visitas, de acuerdo a las cifras en la web personal de Hernán Botbol, uno de los socios responsables del sitio, junto a su hermano Matías y Alberto Nakayama.

Los desarrolladores de esta página se defendieron diciendo que “es imposible determinar el contenido de las cargas y determinar si violan los derechos de autor cuando de forma diaria, en promedio, se realizan 20 mil publicaciones”.

“Como administradores de un sitio web no podemos investigar el destino final de cada uno de los 20 mil post diarios que recibimos, escrutando la inmensidad de Internet, para determinar eventualmente sobre la licitud o ilicitud de lo que sea que allí encontremos”, dijeron en un comunicado.

Hasta el momento, los procesados debieron pagar una multa en suspenso de 200 mil pesos y esperarán que se defina su situación una vez que inicie el juicio oral.

La empresa especializada en informática Trend Argentina explica que el mismo escenario que se advierte y penaliza con las obras literarias, visuales o sonoras ocurre con la falsificación de software de seguridad.

Advierte que esta situación debe ser denunciada para evitar que se negocien millones de dólares por fuera de ley.

Sin embargo, hay quienes apuestan a un movimiento global por un software libre, es decir por herramientas gratuitas que el usuario pueda utilizar sin necesidad de infringir ninguna ley.

Fundación Vía Libre es una organización cordobesa sin fines de lucro que desde el año 2000 trabaja por el software libre. En su web, declaran fervientemente que “el supuesto delito del cual Taringa! sería partícipe necesario es una práctica común, cotidiana y que efectivamente cometemos todos”.

Los usuarios, ¿qué dicen? Los jóvenes que consumen normalmente este tipo de contenido dicen saber que el servicio no es legal, pero consideran que no dañan a nadie con su uso.

Rafael dijo que “Taringa! es un buen lugar “donde se encuentra variedad sin tener que renegar mucho en la búsqueda”.

“Vos ya sabes que ese material está en algún lado, pero Taringa! te ayuda a encontrarlo fácilmente y tenés los comentarios de otros usuarios que te recomiendan o no ciertos contenidos”, dijo el joven.

Pese a esto, Rafael es muy crítico del sistema y dice que la mayoría de los jóvenes entra en estas comunidades sólo por pereza y porque “quieren tener todo servido y consumir lo que consume la mayoría”.

Fausto, otro ferviente usuario de Taringa! dijo que “para cualquier persona que usa Internet, esa página es la mejor ayuda”. “Lo bueno es poder bajar aplicaciones y programas para la PC sin tener que cuidarte de virus o spam ”, afirma.

Cristian considera “que la ventaja es que se puede aplicar para todo, incluso para bajar tutoriales de guitarra”.

Las normas en otros países. La discusión desde ambas veredas gira en torno a actualizar la ley que protege los derechos de autor ya que su base data del año 1930 y sólo se le han hecho modificaciones que no cambian sustancialmente su contenido.

Según Piazza, Argentina está a mitad de camino en legislación en esta materia.

“El copyright parte del supuesto de que para incentivar la producción cultural, hay que concederle derechos extra, monopolios legales a los autores. Idea que puede haber cuadrado en la época en que se crearon estos derechos”, dijo Piazza.

“Con Internet, hubo un cambio de paradigma, los intermediarios –disqueras o editoriales– dejaron de ser necesarios, y eso es lo más importante del fenómeno”, agregó.

Francia sancionó recientemente una ley “antidescarga” –polémica por ser muy restrictiva– que permite bloquear la conexión a Internet de un internauta que, tras recibir tres avisos, persista en la descarga de obras protegidas.

En España, un apartado de la Ley de Economía Sostenible, conocido como “Ley Sinde” establece que un grupo de personas del Ministerio de Cultura, con previa autorización judicial, tiene la potestad de cerrar páginas web que vulneren los derechos de autor.

Piazza explica que en Estados Unidos se usa la “copia privada”, que habilita el contenido para uso individual, pero no para venderlo o reproducirlo.

Por ahora, al menos en estos países, la discusión gira en torno a resguardar aún más los derechos de quienes producen contenido y no al contrario, como reclaman algunas nuevas corrientes a favor del “ copyright libre”.

Lo que dice nuestra ley

La ley 11.723 establece la pena por estafa, de un mes a seis años, para quien defraude los derechos de propiedad intelectual. Se trata de la edición, venta o reproducción de una obra sin autorización de quien posea los derechos.

Hoy, el día de Internet

Hoy se celebra el Día Mundial de Internet, impulsado por la Asociación de Usuarios de Internet, por la Internet Society y ratificada por la ONU en 2006. Buscan difundir las posibilidades que brinda la herramienta para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.

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