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Investigación de “The Economist“, 14/4/01 Parte 6

El complejo negocio de la integración

Un mercader de armas que les vende armamento a todos los combatientes? Cuando todavía era jefe tecnológico de Netscape, el pequeño David que luchaba con el Goliath de Microsoft, Marc Andreessen hubiera desechado la idea. Pero en su nuevo trabajo como jefe ejecutivo de Loudcloud, se siente bastante cómodo con ella.

El Sr. Andreessen está en el negocio de la integración, lo que significa que su firma arma todas las piezas necesarias para construir una aplicación en la red–la facilidad de alojamiento, el equipo, el software, las conexiones de red–y toma a su cargo que todo sea seguro y corra bien. Con su nuevo sombrero puesto, a él no le importa qué tecnología usan sus clientes. Inclusive él ha estado en la jaula del león, al menos virtualmente. En el lanzamiento del .NET de Microsoft el pasado junio, Bill Gates, jefe de la firma, mostró un corto video en el que el Sr. Andreessen dice cosas lindas sobre el ambicioso plan de Microsoft.

La idea detrás de Loudcloud es que las empresas querrán tercerizar la construcción de la infraestructura para una aplicación en la red, porque la tarea es infernalmente compleja. En su momento, la empresa del Sr. Andreessen intenta automatizar completamente ese proceso difícil con una pieza de software llamada “Opsware”. Más de 40 clientes ya han firmado, incluyendo Eazel, News Corp y Nike.

Constrúyeme una nube.

El Sr. Andreessen no es el único que cree que la integración será un gran negocio en el mundo de los servicios de la red. Cabe llamarlos los constructores de la nube: hay docenas de empresas luchando por volver a juntar las piezas que la Internet ha ayudado a dispersar, para crear las aplicaciones de la red, servicios en la red, procesos de negocios y hasta empresas enteras. Los estándares abiertos ayudan a hacer esto posible, pero de por sí no son suficientes. Ellos no matan a la bestia de la complejidad que vive en cada sistema de software. Y siempre habrá diferencias en las formas en que las empresas implementan los estándares.

En el pasado, mucho de la integración de los sistemas de software se hacía en casa o por consultores contratados, pero cada vez más los paquetes de software han asumido una gran parte de esa función. Los programas de SAP de Alemania, el vendedor líder de programas de planificación de recursos empresarios (ERP), han sido tan exitosos no sólo porque son buenos productos, sino porque vienen como un paquete integrado. Y mucha de la dominación de Microsoft se debe a su habilidad para integrar diferentes piezas de software.

Hacer que todo trabaje bien en conjunto es también el argumento de ventas de las empresas de software establecidas, para su plataforma de servicios en la red. “El comercio electrónico sin costuras exige software sin costura”, proclaman los avisos de Oracle. Sun canta una melodía similar. “La gente está cansada de comprar esta mercadería de vendedores diferentes”, dice Ed Zander, presidente de Sun y su ejecutivo principal, en el lanzamiento de la iniciativa de servicios en la red de su firma.

Eso puede ser cierto para empresas de tamaño mediano, pero las empresas grandes están más abiertas al software de tecnología de punta (“el mejor producto”) para permanecer a la cabeza de sus rivales. Lo que es más importante, ninguna empresa puede ser la fuente de toda la innovación, como explica George Gilbert, estratega en jefe de software en el Credit Suisse First Boston, un banco de inversiones.

De modo que habrá harta tarea para Loudcloud y docenas de otros “proveedores de servicios administrados” (MSPS). Pero los MSPS no son los únicos peces en la laguna de la integración. Más arriba en la pila de la integración, otras firmas nuevas también están ofreciendo servicios para juntar todo. Asera, una nueva empresa muy conspicua, tiene probablemente el enfoque más innovador. Su software integra los mejores programas de comercio electrónico de diferentes vendedores y los ofrece como un servicio de aplicación. Los clientes alquilan solamente los bits que necesitan. De esa manera quedan aislados de la tecnología.

El software se está convirtiendo en una rutina de programación. Jamcracker, otra nueva empresa, también ofrece simplificar las vidas de sus clientes. Integra las ofertas de diferentes proveedores de servicios de aplicación (ASPS) tales como contabilidad o reclutamiento de personal, de modo que los clientes no tienen que administrar una relación con cada una de las ASPS separadamente. Los clientes firman sólo una vez y obtienen soporte técnico las 24 horas. Portera lleva el tema de la integración aún más allá al ofrecer un paquete de servicios para firmas consultoras. La nueva empresa se propone manejar el proceso negocial entero de sus clientes, dice Gary Steele, su ejecutivo principal. A través del portal de la red de la empresa, llamado ServicePort, los consultores pueden automatizar mucho de lo que hacen–programar reuniones, organizar sesiones de entrenamiento, crear equipos de proyectos–y seguirles los pasos mientras están en el camino.

El cáliz de la integración, sin embargo, será enlazar todos los servicios de la red juntos. Esto será difícil de hacer pero sin duda generará montones de dinero. “Es la franquicia del aire y el agua”, dice Bob Crawley, jefe ejecutivo de Bowstreet, uno de los pioneros en el mercado. Al igual que con la plataforma para los servicios de la red, los interesados y nuevas empresas están corriendo para tomar posiciones. Las grandes empresas de software ofrecen integración como parte de sus paquetes de servicios de la red. Hewlett-Packard incluso ha designado a su marco de integración como territorio neutral para adaptarse a diferentes tipos de software, tendiendo un puente entre los mundos en competencia de .NET y Java.

Hasta ahora los integradores más especializados parecen correr con la ventaja. Vitria, por ejemplo, es uno de los líderes en Enterprise Aplication Integration (EAI), que conecta sistemas diversos de software dentro de una empresa. WebMethods ha sido pionero en el uso de XML para la integración de business-to-business (B2Bi), un modo de interconectar, por ejemplo, los sistemas de pedidos y control de inventario de empresas diferentes. Pero las ambiciones de ambas firmas van más allá de actuar como obreros de mantenimiento de la tecnología informática. El jefe ejecutivo de WebMethods, Phillip Merrick, dice que él quiere desarrollar sus productos y convertirlos en una “plataforma completa para la automatización de los procesos de negocios”. El software permite a las empresas no sólo conectar aplicaciones fácilmente y relacionarlas con otras, sino también programar el modo en que ellas funcionan y negocian con sus socios.

Bowstreet, por su parte, quiere jugar el papel del gran unificador de los servicios en la red que está por arriba de todo. Ha desarrollado un software similar al de Vitria, llamado “Business Web Factory”, que les permite a las empresas mezclar y armonizar todo tipo de servicios en la red. El Thread.com, por ejemplo, está usando la tecnología de Bowstreet para permitir que firmas de indumentaria generen sus propias cadenas de suministros usando un mouse–comprando telas en Tailandia, contratando capacidad de fabricación en Bangladesh y arreglando la distribución en EE.UU. No todas las esperanzas de los integracionistas se harán realidad y tomará años para domar la bestia de la complejidad. El principal obstáculo para los servicios en la red, sin embargo, bien puede ser la manera en que el software digital interactúa con la gente de la vida real (conocida como “wetware”).

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