Días atrás, el Poder Ejecutivo Nacional dio a conocer el Decreto No 656/16, por medio del cual fue aprobado un “nuevo” estatuto para el personal de la Agencia Federal de Inteligencia. Sin embargo, este acto administrativo significa en la realidad una vuelta a la plena vigencia de los contenidos del Decreto No 1088/2003, herencia de viejos estatutos concebidos para organismos de inteligencia de hace cincuenta años. Además, el decreto derogó prácticamente toda la normativa reglamentaria de la ley de inteligencia: la estructura orgánica y funcional de la AFI, los regímenes profesionales para los distintos tipos de personal y el régimen de administración de fondos, algo que no fue justificado en los fundamentos del decreto.