(La Voz del Interior, 20/5/01, suplemento Economía – Por Paula Martínez)
La informatización al alcance de las Pyme.
El acceso a la informatización es prácticamente una necesidad para cualquier negocio, pero el costo de este equipamiento es, muchas veces, privativo para los pequeños emprendimientos. Como una gran parte del desembolso lo constituye la instalación y el mantenimiento del software, muchas empresas optan por comprar programas “truchos”, exponiéndose así a una sanción penal y civil.
Lo que muy pocos empresarios o responsables de organizaciones conocen es que en el mercado hay disponibles programas por los cuales no hay que pagar derechos ni licencias. Se trata del denominado software libre (por el cual no hay que abonar derechos de propiedad intelectual), que consiste en programas de código abierto, disponibles en forma libre y gratuita, que puede ser utilizado, modificado y mejorado por cualquier usuario.
El sistema operativo libre más difundido es el Linux, y operadores de todo el mundo han desarrollado programas y aplicaciones para utilizar sobre esta base.
En Córdoba existe un Grupo de Usuarios de Linux (GruLic) y, recientemente, se creó la Fundación Vía Libre (www.vialibre.org.ar), una Organización No Gubernamental (ONG) cuyo principal objetivo es difundir el uso del sofware libre y apoyar a las Pyme y a otras ONG para que puedan acceder a estos programas.
“Dentro de este objetivo nos planteamos promover el desarrollo de programas – por ejemplo, de administración contable -, capacitar a usuarios y también a los desarrolladores de software libre”, señaló Daniel Polzella, uno de los fundadores de la ONG junto con Federico Heinz y Fernando Simes. Precisamente el área de gestión contable hoy no cuenta con aplicaciones de software libre, pero la Fundación se propone realizarlo para que estén rápidamente disponibles.
Por su parte el GruLic está realizando capacitación de Linux para usuarios y técnicos y periódicamente se organizan eventos donde se efectúan demostraciones y se instalan los programas en las máquinas de los interesados.
El uso de este tipo de programas no implica que el costo sea nulo para aquel que decide utilizarlos ya que los técnicos cobran por la instalación, la puesta en marcha y el mantenimiento del software. Pero, al no tener que pagar la licencia al dueño, se ahorran una importante suma. Según cálculos de Vía Libre , para una empresa que necesita instalar un servidor, con acceso a Internet, correo electrónico, intranet, un servidor de archivos y otro de impresoras, el costo puede ser de entre el 60 y el 80 por ciento menos que si se instalan programas comerciales.
Ser más libres
Pero además – asegura Heinz -, hay un concepto fundamental: el de la libertad. “Muchos usuarios no lo saben, pero cada vez que usan programas bajo licencias que se otorgan en forma onerosa, el dueño queda en una posición dominante en esa relación”, dice. Es que cualquier modificación debe hacerla exclusivamente el desarrollador del software, así como las ampliaciones o correcciones posteriores a las compras que se quieran realizar.
“Esto no sucede con el software libre, ya que cualquiera puede inspeccionar su modo de operar y modificarlo, contribuyendo a obtener programas más seguros, flexibles y adecuados a las necesidades de los usuarios. Por esta razón este software también favorece el desarrollo local de programas dando trabajo a muchos programadores”, agregó Heinz.
Un logro importante en la difusión del uso del software libre es la introducción de un proyecto de ley en el Congreso Nacional que impulsó el cavallista fueguino Marcelo Dragan, para hacer obligatorio el uso de estos programas en el Estado Nacional. El proyecto está siendo tratado en la Comisión de Legislación General de la Cámara de Diputados. “EI Estado podría lograr un ahorro millonario, aunque sería poco serio anticipar una cifra”, explicó Polzella.
Qué es
Son programas sobre los cuales existe el derecho irrestricto para ejecutarlos, distribuirlos, estudiarlos y mejorarlos. Comprende los siguientes conceptos:
- Libertad de ejecutar el programa con cualquier propósito.
- Libertad de estudiar cómo funciona y adaptarlo a las propias necesidades.
- Libertad de redistribuir copias del mismo.
- Libertad de mejorar el programa y liberar esas mejoras al público.