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TRUG o Tecnologías de Restricción en el Uso
Genético es la denominación formal de las
tecnologías diseñadas para esterilizar la vida.
Es un mecanismo que, mediante inductores externos, enciende o apaga
genes introducidos previamente en algún ser vivo, en
particular en semillas, permitiendo a un tercero controlar lo que esas
semillas serán en el futuro. Así, con
algún producto químico o algún
estímulo físico, el mecanismo permite restringir
el uso de los transgénicos.
Existen dos tipos de TRUG. Por un lado aquellos organismos modificados genéticamente para controlar algunos de sus rasgos, tales como la resistencia a plagas, insectos o pesticidas, o realzar alguna virtud del organismo en cuestión.
Por otro lado, existen tecnologías para controlar los aspectos reproductivos de los seres vivos. Estas tecnologías apuntan a controlar la fertilidad de las semillas para definir su reproducción o no. Estas son las tecnologías que popularmente se conocen como Terminator, semillas suicidas, semillas modificadas genéticamente para interrumpir el ciclo de la vida y no dar nueva semilértil.
Las plantas que no producen semilla fértil son el sueño dorado de las corporaciones semilleras: a través de ellas podrían asegurarse a toda la producción alimentaria mundial como mercado cautivo, ya que los agricultores estarían obligados, no ya por ley sino por necesidad, a comprarles nuevas semillas para cada ciclo. Una humanidad dependiente de ellas como único proveedor posible de semillas viables promete a estas corporaciones ganancias potenciales inimaginables. Para lograrlo, están dispuestas a usar mecanismos que interrumpen el ciclo de explotación agrícola que ha alimentado a la humanidad por miles de años.
Todas las variedades de TRUG permiten a su productor ejercer un control externo sobre las semillas, es decir, decidir qué ocurrirá con ellas, independientemente de la voluntad de los agricultores, los campesinos o los países donde la semilla esté plantada. El poder último sobre ella está en manos de la corporación que la provee.
Por el momento existe una moratoria, impuesta por Naciones Unidas y ratificada en la COP8 de la CDB realizada en Curitiba, Brasil, en 2006, que impide la comercialización de estas semillas. Sin embargo, hay duros embates por parte de la industria y de algunos gobiernos para levantar la moratoria y propiciar la decisión caso por caso, país por país, lo que habilitaría el uso de estas semillas. El objetivo en el que se centran las estrategias de lucha contra Terminator, tales como la campaña Terminar Terminator1, fuente principal de la información que reproducimos en este capítulo, es la prohibición definitiva de la comercialización de estas semillas suicidas.
Dice la campaña, en su explicación sobre el origen de las TRUG:
"La
tecnología Terminator fue desarrollada inicialmente por la
industria multinacional de semillas y agroquímicos, junto
con el gobierno de Estados Unidos, para evitar que los agricultores
volvieran a plantar la semilla de su cosecha y así maximizar
las ganancias de la industria de semillas. Terminator
todavía no se comercializa ni se ha probado en el campo,
pero se está experimentando en invernaderos en Estados
Unidos."
Nota: