Políticas de Internet en América Latina

El 24 de Abril de 2015 el Centro de Tecnología y Sociedad de la Universidad de San Andrés (UDESA) y el Center of Global Communication Studies de la Universidad de Pennsylvania organizaron el seminario “Políticas de Internet en América Latina: entre la gobernanza transfronteriza y las iniciativas nacionales“.

El foco de las mesas estuvo centrado en las tensiones entre la dimensión global y la dimensión nacional de la gobernanza de Internet. Participantes de distintas procedencias (desde CABASE hasta el ITS Río, desde la Universidad de San Martín hasta la Universidad de Palermo) compartieron sus investigaciones y sus perspectivas acerca del tema en cuestión.

Fundación Vía Libre participó de este seminario en el primer panel de la tarde, “Desafíos para el desarrollo de regímenes internacionales y regionales: lecciones del caso de Internet”. Enrique Chaparro, presidente de Vía Libre, expuso la postura de Vía Libre respecto de la gobernanza de Internet.

El modelo político de participación de múltiples sectores interesados (“multistakeholder”) es un modelo político iluso. A la larga, sostuvo Chaparro, deciden los que tienen más peso o más paciencia, hay desigualdad de condiciones en la toma de decisiones, y solo en algunos niveles de la gobernanza de internet podría tener algún tipo de productividad. A pesar de que el multistakeholderismo es la perspectiva hegemónica en este tipo de discusiones, las revelaciones de Snowden y el escándalo de la NSA son la prueba más lapidaria de la ineficacia de este modelo.

Las iniciativas como NetMundial son todavía más ineficaces, con un discurso conciliador que busca acercar posturas allí donde lo que hay no son más que desigualdades de poder. Peor aún, la discusión evade mencionar quiénes y cómo se manejan, en definitiva, las infraestructuras técnicas que permiten que ese sistema que se dedica a llevar y traer paquetes funcione. Sin una discusión seria sobre quiénes son los dueños de la Internet, siempre estaremos viendo la superficie de la gobernanza. Como cerró su alocución Chaparro, “es imposible pretender que las cosas cambien y al mismo tiempo todo se mantenga igual”.

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