Voto digital: La opinión de Richard Stallman

Por Richard M. Stallman*

Votar con computadoras es abrir una puerta grande al fraude. La computadora ejecuta un programa, y el programa puede ser cambiado o reemplazado. Puede ser reemplazado temporalmente durante la elección por otro diseñado para dar totales falsos. Ningún estudio del programa que debería correr puede asegurar que otro programa no actue mal.

La votación es una actividad especial porque normalmente el votante no puede averiguar, según los totales, que su voto ha sido contado correctamente, y hay que desconfiar de todas las partes involucradas. No podemos dar por supuesto que el fabricante es honesto, ni que la autoridad electoral es honesta, ni que los dos no conspiran juntos. El sistema electoral debe ser a prueba de todas las posibilidades, pero es imposible con una computadora.

Muchos activistas de software libre piensan que usar el software libre en la máquina de votación asegura una elección honesta. Usar software privativo es malo aquí, como siempre: el fabricante podría diseñarlo a sus anchas para fraude. Pero ser libre no basta, porque luego la autoridad electoral podría hacer el fraude. El único sistema de confianza es votar con papel.

Algunos investigadores han propuesto sistemas muy sutiles de encriptación para votar. Dicen que con esos sistemas el fraude es imposible. Quizás tienen razón, pero tal conclusión no es fácil de
comprobar con certeza. Si algún día parece haber un sistema de confianza para voto digital, la sociedad debe probarlo gradualmente, a lo largo de una década. En los sistemas electorales, cambiar con prisa es arriesgar todo.

*Este texto será incluído en el próximo libro de Ediciones Vía Libre “Voto electrónico: Los riesgos de una ilusión”

Archivo