Compartiendo conocimiento sobre software libre y copyleft con organizaciones sociales

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Liza Tosti y Martín Morales del Proyecto Argentina Sustentable fueron los encargados de coordinar el taller de Software Libre y construcción colaborativa para organizaciones sociales que Fundación Vía Libre realizó en la ciudad de Santa Fe durante los días 13 y 14 del mes de Julio. El taller contó con el apoyo de la Fundación Heinrich Böll y la participación del Grupo de Usuarios de Software Libre del Litoral junto al Programa Argentina Sustentable.

“[…] las herramientas informáticas que generalmente encontramos en las organizaciones pertenecen a la mayor multinacional existente. Sin ponerlo en tela de juicio, reproducimos desde el uso acrítico, todo aquello que desde las acciones combatimos: la monopolización de la comunicación, la privatización indiscriminada, la apropiación ilegítima de los saberes populares” […] nos dice Liza Tosti del Proyecto Argentina Sustentable en esta entrevista en la que queremos compartir la experiencia que realizamos en la Ciudad de Santa Fe. “[…] El mayor impacto fue escuchar, mayoritariamente por primera vez, los contenidos sobre copy left, los preceptos del software libre como contraposición a la tendencia privatista, las herramientas colaborativas y el uso que puede dársele en las organizaciones y la potencialidad que pueden adquirir en el trabajo con otros.[…] “ agregó Liza.

¿Cómo surge la idea de hacer el taller de copyleft y construcción colaborativa para organizaciones sociales?

Primero consensuamos que estamos frente a un déficit comunicacional persistente y relevante entre las organizaciones locales y hacia el interior de cada una de ellas. Esto se expresa, entre otras cosas, en la superposición de actividades, la fragmentación de propuestas y la no articulación de esfuerzos. Contradictoriamente, atraviesa el discurso de todas las organizaciones la intencionalidad de superar estos obstáculos, pero sin el correlato de acciones que efectivamente se direccionen a modificar este escenario.
En este sentido pensamos que todas aquellas herramientas susceptibles de adquirirse debían direccionarse a paliar esta dificultad. No obstante la cuestión no era sólo brindar un número determinado de instrumentos, sino generar un espacio de discusión y reflexión con las organizaciones sociales locales respecto de la dimensión comunicacional integral, su impacto en la impronta de las acciones que despliegan y avanzar en instalar como modalidad de construcción privilegiada el trabajo colaborativo.
Asimismo partimos de convicción que esta propuesta que pretendíamos desarrollar debía construirse desde el criterio fundante que sostenemos: hacer con otros. Y generar, a partir del compromiso colectivo, la sustentabilidad en las acciones presentes y futuras. De allí la tarea de articulación que previamente iniciamos con LUGLi (Grupo de Usuarios de Software Libre del Litoral) como soporte local fundamental para poder no sólo diseñar el taller sino también concretarlo. Cada uno de los actores involucrados y una vez consensuado lo que pretendíamos hacer, aportó ideas, estrategias y trabajo: un ejemplo válido de articulación y cooperación interorganizacional.

¿Por qué consideran importante discutir estos temas entre organizaciones sociales?

Las agendas institucionales, las problemáticas locales, la subsistencia de las propias organizaciones, entre otros factores, en el mejor de los casos posterga sino invisibiliza un debate acuciante: el de las nuevas tecnologías y el acceso y distribución del conocimiento. Y la relación de esta dimensión con la construcción de una ciudadanía activa y protagónica en el devenir de nuestras sociedades.
Valga como ejemplo que las herramientas informáticas que generalmente encontramos en las organizaciones pertenecen a la mayor multinacional existente. Sin ponerlo en tela de juicio, reproducimos desde el uso acrítico, todo aquello que desde las acciones combatimos: la monopolización de la comunicación, la privatización indiscriminada, la apropiación ilegítima de los saberes populares.
Sin agotar el tema, por el contrario, con la intencionalidad de abrir finalmente el debate, nos propusimos, desde los disparadores que se trabajaron, alentar la emergencia de una mirada crítica, que desde la reflexión conjunta, desmitifique las acciones que desarrollamos y posibilite apropiarnos del debate de las nuevas tecnologías y su impacto en la vida cotidiana de nuestras organizaciones.

¿En qué consistió el taller? ¿Qué fue lo más importante según su visión?

El taller tuvo dos instancias diferenciadas y complementarias; una más ligada a abordar y analizar los fundamentos teóricos, políticos y filosóficos del software libre y otra destinada a describir y aprehender las herramientas concretas que nos brinda en función de avanzar hacia la consolidación de una nueva cultura de comunicación y trabajo colaborativo.
Metodológicamente la propuesta del taller promovió el intercambio de experiencias, el planteamiento de las dudas y la visualización de las dificultades y los facilitadores para introducir estas nuevas herramientas en la dinámica organizacional.
Justamente este análisis de las resistencias pero también de las potencialidades presentes en las instituciones para iniciar un proceso de transformación de la cultura comunicacional, representa, a mi criterio, el mayor logro del taller. Ningún cambio es susceptible de generarse sin una valoración pertinente de los aspectos que operan resistiendo los cambios y aquellos que los alientan.
Asimismo quedaron conformadas las articulaciones necesarias para continuar la tarea a futuro: el taller fue en realidad (y así queremos que sea) un primer taller de trabajo.

Después de esta experiencia: ¿cuáles son los resultados? ¿qué trabajo falta todavía hacer? ¿cuál es el impacto en las organizaciones que participaron?

Los diferentes comentarios de l@s participantes nos alientan a pensar que los ejes trabajados resonaron positivamente y que pueden direccionarse a introducir algunos cambios en las dinámicas organizacionales. Ahora me animaría a sostener que el mayor impacto fue escuchar, mayoritariamente por primera vez, los contenidos sobre copy left, los preceptos del software libre como contraposición a la tendencia privatista, las herramientas colaborativas y el uso que puede dársele en las organizaciones y la potencialidad que pueden adquirir en el trabajo con otros.
Asimismo se logró relacionar los principios de la sustentabilidad biológica, propio de las organizaciones y grupos ambientalistas que participaron con la sustentabilidad cultural que de algún modo queda explícita en la propuesta de software libre.
Estamos en una primera instancia. Se ha producido por una convergencia inédita, al menos a nivel local, de grupos y saberes. Se ha explicitado que podemos ofrecer al otro y a su vez, de que podemos apropiarnos para la tarea cotidiana que desarrollamos en las organizaciones. Tendremos que evaluar en el corto y mediano plazo que cuestiones pudieron efectivamente concretarte, cuáles no y las causales que lo impidieron y, a mi entender lo más importante, qué demandas aparecen como significativas y cómo podemos articularnos para resolverlas.

¿Planes para el futuro? ¿Cómo seguimos!?

Sin dudas hemos dado el puntapié inicial de una propuesta que pretendemos pueda sostenerse en el tiempo. Sabemos que dar estos debates no es sencillo. Muchas organizaciones no alcanzan a dimensionar la relevancia de estas cuestiones. Será menester nuestro fortalecer lo que hemos logrado y avanzar en ampliar la base social de la discusión. Para ello necesitaremos instrumentar mecanismos, agudizar la creatividad, pensar estrategias novedosas, siempre desde el compromiso de hacer con otros y en función del objetivo que nos moviliza: la construcción de una cultura de comunicación libre y democrática en el marco de una plataforma de sustentabilidad integral para las sociedades latinoamericanas.

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