El Software Libre y nosotros los simples mortales

Si bien la palabra ï¿œsoftwareï¿œ está incorporada a nuestro lenguaje cotidiano, debemos reconocer que aún nos resulta un poco incómodo mantener una conversación alrededor de ese concepto. Y generalmente esa incomodidad se basa en el poco conocimiento que tenemos sobre el significado del término y de sus connotaciones. No sabemos bien de qué se trata. Todos sabemos que con la computadora podemos escribir documentos, realizar cálculos, mantener una base de datos y hasta realizar los efectos especiales de una película de cine. También sabemos que podemos manejar los datos de una empresa y llevar su estado financiero, y que el Estado utiliza computadoras para sus cálculos y para guardar datos sobre nosotros, los ciudadanos. Hasta allí todo parece muy bueno, los programas son, entonces, los que nos permiten hacer mejor y mas rápido una serie de cosas que antes debíamos hacer a mano o mediante otros mecanismos. Y con esto, por supuesto, no estoy diciendo absolutamente nada nuevo.

Lo seguramente nuevo para muchos de nosotros es enterarnos del hecho de que esos mismos programas que -aparentemente- mejoran nuestra calidadde vida, están escritos en un código al cual no podemos acceder. Y no podemos acceder básicamente por dos razones: porque el texto de estos programas no está disponible, y porque tenemos prohibido intentar obtenerlo. O sea que los proveedores de software se aseguran por distintas vías que nadie pueda acceder a los mecanismos de los programas que desarrollan. Sólo ellos conocen los planos de los programas -o la manera en que funcionan- y de esa manera sólo ellos saben exactamente qué hacen esos programas.

Bueno, y esto ¿qué tiene que ver con nosotros los simples mortales, con los empresarios, con los abogados, con los contadores, con el Estado?

Imaginemos el siguiente escenario: Ud., después de revisarlo, leer los folletos, enterarse de todas las bondades y de las características técnicas de un auto decide comprarlo. Paga el precio de ese vehículo, firma todos los papeles que le ponen al frente y sale tranquilo a recorrer su ciudad. Finalmente decide realizar un viaje y, en el medio de su recorrido, en una ciudad importante de su itinerario, el auto comienza a fallar y finalmente deja de funcionar. Se dirije a un taller mecánico para que se lo revisen, no sin antes haberse asegurado de ir al mejor taller de esa ciudad importante y le pide al jefe que lo revise. El experimentado mecánico se para frente al capot y le pide que se lo abra. En ese momento Ud. se da cuenta que no tiene forma de abrir el capot. Lo revisa una y otra vez y descubre que, sí, definitivamente está soldado. No hay forma de abrirlo sin roper la chapa. Finalmente cuando se da cuenta que pasan las horas y Ud. quiere seguir su viaje en el auto y no puede arreglarlo sin dañarlo antes, decide intentar abrirlo por la fuerza. Pero aquí viene la segunda sorpresa. La técnica de la soldadura aplicada en el capot es absolutamente nueva y no hay manera en el mundo de abrirlo. O sí, tendría que poner un equipo de investigadores que se dediquen a descifrar la forma de descubrir el motor. Sí, es posible, pero probablemente le convenga ponerse a fabricar un auto nuevo que intentar descifrar dicha fórmula.

Busca entre los papeles del auto y lee lo que ha firmado y allí está claramente explicado: Ud. no tiene derecho a abrir el capot, Ud. no tiene derecho ainspeccionar el auto, Ud. no tiene derecho a arreglarlo, y Ud. no tiene la fórmula para abrir el capot. Solo puede dirigirse al fabricante que tiene dicha fórmula y que tiene los derechos sobre la forma en que funciona su vehículo. En otras palabras, Ud. está en el mejor taller de la ciudad y no puede arreglar su auto. Y ahora le surge una nueva duda ¿qué habrá debajo del capot que parece ser tan importante? Puede haber algo peligroso…Ya duda de manejar ese auto en el caso de que funcione y mucho menos se anima a subir a su familia. Puede haber cualquier cosa allí adentro. Ya no solo no puede andar en su auto, por el que pagó, sino que no sabe exactamente qué hay debajo del capot. No sabe exactamente qué hacen el motor y todos los dispositivos que están allí adentro.

Algo similar sucede con el software o los programas de computadoras que normalmente estamos usando. Estos programas son los que se denominanprogramas propietarios. Por un lado no está disponible el código o los planos del programa y por otro no tenemos derecho a inspeccionarlos. No sabemos cómo funcionan, no podemos arreglarlos en el caso de que funcionen mal o dejen de funcionar y no sabemos qué hacen exactamente…

El Software Libre, o programas de computadoras sobre los que el usuario tiene derecho a inspeccionarlos, copiarlos, modificarlos y distribuirlos, existe prácticamentre desde loscomienzos de la informática, y en su estado actual de desarrollo es una alternativa absolutamente válida para nuestras empresas, instituciones y para el Estado mismo. Significa que, al utilizarlos, tenemos control sobre nuestros propios datos, que podemos elegir entre los programadores al de nuestra confianza, que sabemos exactamente lo que el programa está haciendo -evitando, por ejemplo, el robo de información-, y por último, que nos podemos nutrir de una colección de programas que ya existen, que están libres -y gratis- en la red. Por el uso de Software Libre no se paga el derecho de licencia.

Volvamos a la analogía del auto. Ahora sí puedo abrir el capot; ambién tengo derecho a hacerlo, y así elegir entre los talleres al de mi confianza; puedo bajarle la tapa de cilindros ocambiarle el filtro de aire; puedo y tengo derecho a inspeccionarlo; ya me quedo tranquilo pues puedo verificar que no tenga una bomba de tiempo allí escondida o que esté haciendo algo que yo no quiero. Por otro lado, al tener esos derechos y esa posibilidad contribuyo, con mi libre elección, al desarrollo de un mercado para los talleristas, que en realidad antes no existían como tales. Su función era sólo la de derivarme al fabricante. Sólo estaba el fabricante. Ahora existe la libre competencia en el mercado -de la verdadera- y los talleristas se esforzarán por ser los mejores para estar en condiciones de competir con otros.

Difundir las ventajas del uso del software libre en todos los niveles -tanto de usuarios, como de empresas, ONGï¿œs y el Estado mismo- es contribuir al bienestar general de nuestrasociedad, por el impacto que su uso por parte de estos actores tiene para la misma. Impactos tanto económicos, como tecnológicos y de seguridad en el manejo de los datos. Su utilización y desarrollo significan una reducción drástica en los costos de software, eficiencia y robustez en el funcionamiento de los programas, desarrollo a nivel local de un mercado de alta tecnología, seguridad en el manejo de los datos, así como la posibilidad de tender a la independencia tecnológica. Utilizar Software Libre es una decisión estratégica de importancia cada vez mayor en la sociedad global del conocimiento y la información.

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