Gieco y Filmus quieren tu dinero, lo merezcan o no

Si hay algo que no se puede negar de los maximalistas del derecho de autor, es que son perseverantes.

Hace poco más de un año, cuando un grupo de una “unión de músicos independientes” se acercó al diputado Claudio Morgado (Frente para la Victoria) con una propuesta de ley que incluía la recaudación de un “Canon Digital”, la reacción en contra fue tan clara que inmediatamente (y sin siquiera avisarle a Morgado, que había puesto la cara por ellos) eliminaron ese elemento de la propuesta.

Pero oponerse a este tipo de iniciativas tiene mucho en común con luchar contra zombies: no importa cuantas veces uno las mate, siguen avanzando.

Viendo que las tratativas con un legislador “del palo mediático” salieron mal, esta vez buscaron uno que tuviera una trayectoria conocida de apoyo a las políticas corporativas, y lo encontraron en el Senador Nacional Daniel Filmus (también del Frente para la Victoria). A la hora de encontrar alguien que no dude en impulsar intereses comerciales en detrimento de la ciudadanía, ¿quién mejor que una persona que, cuando Ministro de Educación, firmó contratos confidenciales con Microsoft para poner en sus manos la educación informática de nuestros niños?

Así, esta vez fueron los mismos “dueños de la cultura” los que se reunieron con el senador Filmus: la Sociedad Argentina de Autores y Compositores (SADAIC), la Sociedad Argentina de Gestión de Actores Intérpretes (SAGAI), la Sociedad General de Autores de la Argentina (ARGENTORES), la Asociación Argentina de Intérpretes (AADI) y la Cámara Argentina de Productores de Fonogramas y Videogramas (CAPIF). Seguramente apelando al cholulismo del que viene haciendo gala la cúpula del gobierno, fueron representados por un grupo de famosos que incluía a Atilio Sampone, Jorge Marrale, Pepe Soriano, León Gieco y Tito Cossa.

La idea detrás del proyecto es simple: como la tecnología digital puede usarse para confeccionar copias de obras de las que estas organizaciones se sienten más dueñas que los propios autores(recordemos por ejemplo aquella vez que SADAIC se presentó a cobrar los derechos de autor por el uso de música compuesta por Pino Solanas en una película del mismo Pino Solanas, y que pretenden cobrar aunque los derechos de autor de la obra hayan expirado, o el autor mismo haya renunciado explícitamente a cobrar por ellos), ahora pretenden que el gobierno les autorice a cobrar un cierto porcentaje del precio del equipamiento e insumos informáticos (de computadoras, discos fijos, impresoras, reproductores de audio, cámaras digitales y teléfonos celulares a cartuchos de toner, CD-ROMs y memorias flash) para “compensar las pérdidas” producidas por el criminal comportamiento de personas que filman a su hijo tocando “Sólo le Pido a Dios” sin pagar por ello.

Quizás el aspecto más desagradable de este episodio sea ver a “artistas comprometidos” como León Gieco pidiendo al gobierno que recurra a la coerción estatal para sacarle dinero a la gente con tal de que no se seque la canilla de dinero de temas que escribieron hace veinte años. A esta hipocresía se agrega el cinismo de hacerlo “en nombre de los artistas”: con esta medida, no sólo se encarece obtener copias de obras del mismo Gieco, sino también de bandas nuevas, que deliberadamente alientan la copia de sus temas, con el fin de obtener promoción. Gieco y sus amigos están acostumbrados a cobrar una tajada de toda fiesta que se celebre en el país, independientemente de si su música suena en ella o no. ¿Es sorprendente que ahora quieran cobrar una tajada de cada computadora y cada CD que se compre en el Hospital Garraham?

Según el propio sitio web del senador Filmus, el proyecto sería presentado en marzo, habiendo sido redactado con la participación de las gestoras colectivas, pero sin ninguna participación de organizaciones de defensa de los derechos del consumidor y del ciudadano.

Sólo le pido a Dios
que el engaño no me sea indiferente,
si un traidor puede más que unos cuantos,
que esos cuantos no lo olviden fácilmente.

León Gieco, probablemente hablando de León Gieco

Archivo